lunes, 25 de marzo de 2019

Después de la tormenta

Desde que sucedió el suicidio del chico sobre el que escribí la vez anterior, he pensado demasiado en la muerte y en cómo ha cambiado mi vida.
Su partida me ha dejado en una especie de limbo mental donde millones de sentimientos me rodean, sentimientos que creía muertos, pensamientos sobre quién era y quién soy, sobre quién quiero ser. 

No me estoy explicando, lo sé.

Ayer mientras viajaba por la carretera caí en la cuenta de que el tiempo está corriendo tan rápido, dos años que antes me parecían una eternidad ahora se van con un suspiro. La vida sigue su curso incuestionable y yo sólo soy una espectadora, no participo y no es como que tenga la motivación para hacerlo.

El punto es que desde que pasó lo de mi compañero he tratado de evitar pensar en el verdadero mistero que esconde la muerte, me siento tan endiabladamente atraída por la idea de irme pero me detengo, tengo mideo. Siempre he tenido miedo de enfrentarme a quien realmente soy, escondo mis ideas y mis intenciones debajo de las expectativas de los demás porque no quiero enfrentarme a mí. Soy cobarde. Yo soy mi villano más grande y también mi única salvación. Me aterra sentir tanta atracción por la muerte. Ultimamente no me siento motivada respecto a nada, no quiero hablar con nadie, ni siquiera aclarar mis sentimientos. ¿Qué debería hacer? 

Sé que cada quien vive a su ritmo, hay personas que son padres a los 15 años y hay quienes encuentran el amor hasta los 40 años pero yo siento que mi caso es un tanto diferente porque no es porque no tenga oportunidad de participar en todas aquellas actividades "normales", en realidad no quiero formar parte, creo que tengo miedo o quizás es pereza mental, no lo sé. 

Seguiré informando.

PD. Aún pienso en ti... https://www.youtube.com/watch?v=vhLypkQdJo0

sábado, 2 de marzo de 2019

Tiempo de refleixonar

Hoy es sábado por la tarde y tengo mucho que contar.
El pasado jueves me enteré de una noticia realmente triste, resulta que un compañero de la prepa se suicidó, se ahorcó. No es el primero pero espero que sea el último. 
Probablemente mis deseos aquí plasmados parecen contradictorios con el último post porque en realidad estaba tomando el suicidio como una opción y no es la primera vez que lo hago.

Perdimos toda la razón. 
Desde que la preparatoria terminó la vida se ha tornado rara, no sólo para mí sino para todo aquel que termina esa etapa, necesitas mucho apoyo social para salir adelante y una gran motivación para continuar. El problema aquí es que no hay motivación suficiente, nuestras familias disfuncionales han propiciado este ambiente donde ocultamos nuestra tristeza, frustración, y enojo detrás de una cortina de comedia. Compartimos "memes" porque creemos que es la mejor manera de afrontar nuestros problemas. Queremos evitar estar en contacto con nuestros verdaderos sentimientos y si lo hacemos no queremos cargar con la responsabilidad que esto conyeva por eso recurrimos al alcohol o algunas otras sustancias que nos ayuden a conectar con nuestro verdadero ser sin sentir culpa. 
Si extrañamos a nuestro "ex" preferimos ir a una "peda" a besarnos con alguien más para después llamarle con culpa y decirle lo mucho que lo extrañamos en lugar de enfrentar nuestra tristeza por su partida, en lugar de salir a hablar con él e ir a buscar ayuda profesional, en lugar de hablar...Nos ahogamos en nuestros propios sentimientos. 
Yo misma soy testigo de ello, no he querido comentar con nadie mi sentir porque pienso que creeran que sólo quiero atención y porque siento que los demás ya tienen suficientes problemas para que yo los fastidie con los míos. 
La realidad es que desde el momento en que somos seres racionales, nos desenvolvemos en una sociedad y vivimos en un mundo de ideas, desde ese momento la comunicación no debe faltar. ¿Cuántas personas se sienten perdidas porque no tienen con quién hablar? ¿Cuántas personas se sienten perdidas porque no quieren hablar? e incluso ¿Cuántas personas sienten que nadie los escucha?

La muerte de mi compañero me hizo darme cuenta que por muy mierda que sea la vida, por muy mierda que sea la situación en mi familia, por muy mierda que sea la sociedad donde vivo NO quiero morir. No quiero morir porque todavía me importa mi familia, mis amigos, mi vida. Espero algún día tener los ovarios suficientes para compartir este diario virtual con el mundo porque en verdad quiero que alguien que esté pasando por esto se entere que al final del tunel siempre hay una luz, que aunque nadie parezca escuchar es mejor sacar todo que callar.

La muerte debe ser intrigante pero a la vez tranquilizante como el final de un buen libro, el último capítulo. La muerte debería de ser una desición con la que aceptes que todo lo que ha pasado o lo que pasará no podrá ser cambiado. La muerte simplemente debe ser como un buen trago de licor antes de dormir. La muerte no debe ser un puño cerrado levantado, la muerte no debe ser un trago amargo de decepciones, la muerte no debe ser una escapatoria, la muerte no debe ser un intento desesperado por callar tu propia mente. 
La muerte debe verse como una buena amiga que siempre estuviste esperando con algería. 
El suicidio debería de ser la última respuesta ante una enfermedad terminal o algo por el estilo, debería ser una elección después de una gran partida. Después de haberte realizado, después de haber vivido.

Me entristece más la noticia porque era un chico que iluminaba con su mirada, alguien a quien siempre quise conocer...alguien con quien siempre quise intercambiar palabras y ahora no podré. 
Saber que de manera indirecta pudiste hacer algo para hacerlo reconciderar la idea de dejear este mundo te parte el alma. Saber que como él hay montones de personas que quieren morir es desgarrador. Incluso yo misma quise morir tantas veces...¿En qué clase de sociedad individaulista vivimos que no hacemos nada por ellos o por nosotros mismos?
Sería estúpido señalar a un culpable porque tanto como el suicida como la sociedad comparten la responsabilidad sobre esta problemática.
¿Sabían que el suicidio es la segunda causa de muerte entre jovenes de 15 a 29 años? 
Un artículo que leí alguna vez comentaba que ciertos genes aumentan el riesgo de cometer suicido, en lo personal pienso que claro que gran parte del comportamiento está ligado con nuestra información genética porque al final del día nuestras acciones no son otra cosa que interacciones físicas y químicas entre moléculas y electrones, pero aún así debemos hacer algo al respecto. Si nadie nos escucha hay que escucharnos a nosotros mismos. Encontrarnos y encontrar motivación.

A esta entrada le falta pasión, lo sé. Estoy escribiendo este post mientras intento mantener una conversación con mi madre, espero haber planteado de manera clara mis ideas.